domingo, 24 de enero de 2010

Sólo Humano

La Saga Crepúsculo pertenece a Stephenie Meyer. “Only Human” pertenece a Amethyst Jackson.



Capítulo 15
El miedo era claro en los ojos de Bella cuando entró volando a mis brazos. No podía creer que había dejado que esto sucediera. Nunca debí haberla dejado salir sola, nunca debí habérsela presentado a Norman. Por lo que yo sé, él nunca se había forzado sobre alguna mujer, pero no diría que no lo ha tratado. Él nunca iba a poner sus manos sobre mi Bella, jamás. No si tenía que vigilarla cada segundo del día…
Paseé incansablemente entre los árboles que no había dejado desde que Bella había desaparecido horas atrás. Por mi cuenta, había pasado una semana en 1918...no sabía porque lo días parecían pasar en horas para mí, pero eso no era necesariamente reconfortante. Eso significaba que cada sencillo minuto estaba lleno de nuevos posibles peligros para Bella... y yo no podría hacer nada sobre ellos.
Mi yo pasado la amaba tanto como yo lo hacía, eso era seguro – incluso los recuerdos de las emociones eran suficientes para quitarme el aliento en ocasiones. Yo la defendería como una fiera...pero era humano en esa época, así como ella, y ambos éramos tan vulnerables. ¿Cómo podría protegerla cuando era tan débil? Y la peor parte era que la versión humana de mí era como todos los humanos –ingenuo y en negación-. Yo no creía que nada me pudiera pasar, creía que era lo suficientemente fuerte –y estaba tan equivocado-.
Edward, querido, no puedes mantener a Bella encerrada en la casa para siempre,” me regañó mi madre, quitándome de las escaleras. “Sácala, entretenla.”
Me paré en seco fuera de la sala, mirándola. Estaba leyendo un libro, tratando de salvar cualquier pequeña brisa que viniera a través de las ventanas. Vi la línea de sudor hacer un camino bajo su suave cuello; la vista me inundó de calor, y de repente tenía la desesperada necesidad de alivio…
Tenía que reírme de mí mismo, abrumado por las típicas hormonas humanas. Nunca antes me había interesado una chica de esa forma, con el paso de los días me confundía más. La inocencia era…refrescante, de una forma.
Nadar. Bufé. Se lo había disfrazado a mi madre como una forma de entretener a Bella, como ella quería, pero en realidad, era una excusa para verla medio desnuda, ya sea si quisiera admitírmelo a mi mismo o no. Funcionó, también, pero claro que lo haría. Bella no era de las que se contenían, ni siquiera por las restricciones de su época…ella podría hacer toda clase de daños en la mía.
¡Válgame Dios!, ¿ella iría tan lejos con mi yo pasado? Metí mi cara en mis manos y sacudí mi cabeza. Claro que lo haría, si yo lo quería. Y yo definitivamente lo quería. No estaba seguro de como me sentía sobre eso –por supuesto, podía sentir el intenso deseo de mi yo pasado por ella, la necesidad de placer alguno - pero no estaba seguro de cómo podría ver a Bella con mi yo pasado en un acto tan íntimo…
“Esos son tus recuerdos,” me recordé a mi mismo en voz alta, tratando de taladrármelo en la cabeza. “Ella está contigo por lo que es ridículo estar celoso.”
“¡No jodas, Sherlock!” la voz de Emmett llamó desde la casa. Gruñí con frustración; ¿Cómo no me había dado cuenta de lo ruidoso que estaba siendo?
Suspiré y me dejé caer al lado de mi usual árbol. Tal vez tan solo debería dejar de procesar todo esto y aceptar mi rol como espectador. No es como si realmente pudiera cambiar algo de lo que estaba ocurriendo en el pasado, así que si bien podría tratar de permanecer calmado por todo, si no es que disfrutarlo.
Podía sentir mis ojos abriéndose conforme ella salía del agua. Su camisola de algodón se colgaba como una segunda piel a su cuerpo, delineando las perfectas curvas de sus senos y cadera. Podía ver claramente las oscuras manchas de sus pezones, la mancha de cabello entre sus piernas. Bien podría haber estado desnuda –no que me hubiera estado quejando si lo estuviera.
Alejé rápidamente mis ojos de ella, pero el daño había sido hecho. Nunca, jamás sería capaz de borrar la imagen de mi mente. Bella era…perfecta. Todo lo que una mujer debía ser –suave y curvilínea y atractiva-. Mi mente su fue sin permiso hacia el pensamiento de nuestros cuerpos desnudos presionándose juntos, como su cálida y suave piel se sentiría contra la mía…
En medio del solo pensamiento, sentí a Bella viniéndose sobre mí, y entonces de repente estaba en el suelo, con todo lo de ella presionado contra mí, exactamente como había estado soñando. Era demasiado para soportar. Mirando a sus ojos, pude ver exactamente lo que quería –deseo-. Nuestras piernas desnudas estaban enredadas juntas; sus manos reposaban sobre mi pecho. Había un leve movimiento cada vez que respiraba, y esa pequeña fricción me volvía loco. Y su cadera estaba peligrosamente sobre la mía. Si estuviéramos desnudos, sólo tomaría un pequeño movimiento el…
Bella,” gruñí, de repente en movimiento. Fue puro instinto lo que me condujo a acorralarla bajo de mí y chocar mis labios en los suyos. No creí que pudiera detenerme a mi mismo. Gracias al cielo, a ella no parecía importarle –sus suaves labios respondían con urgencia mientras sus dedos se enterraban en mi cuero cabelludo y su cuerpo se levantaba para encontrar el mío. Gemí sin poder hacer nada mientras nuestras lenguas se enredaban. Nada, nada nunca se había sentido así de bien.
Seguí un riachuelo de agua bajo su cuello con mi lengua, tan semejante de la línea de sudor que me había cautivado antes. Mis manos cayeron sobre su cadera y sus muslos, acariciando todo lo que podía, aunque no me atreví a tocar los lugares que más tentaban –sus suaves senos o el acalorado lugar entre sus piernas en el que mis caderas se mecían compulsivamente…
¡Edward!” Gimió ella, abrazándome más fuerte, y de repente todo entró en foco.
Esta era Bella, mi Bella, y yo esta dando vueltas con ella en el piso como cualquier animal. Ella merecía algo mejor. Yo tenía que darle algo mejor.
Ella dio un gemido de protesta, pero yo no podía mirarla hasta que me pusiera a mi mismo bajo control. “Lo siento, Bella, no puedo,” le dije, deseando poder casarme con ella en este instante y hacerla mía una y otra vez.
¿Por qué? Su voz estaba herida, y mentalmente me di una patada. Nunca debí haber llevado las cosas tan lejos.
Te amo demasiado, Bella. Quiero obrar bien para ti.”
Sus ojos estaban bien abiertos, tan profundos e ilimitados como el cielo de la noche, mientras me miraba. Esperé jadeando, aterrado. ¿De seguro no había malinterpretado todo entre nosotros?
Su mano se estiró hacia mi cara, calmando mis miedos. “Te amo, Edward.”
Mi pecho se sintió demasiado lleno de alegría; amenazaba con estallar. De repente un futuro brillante y hermoso se dibujó frente a mí en un millón de coloridas posibilidades, y yo era incapaz de no estirarme para alcanzarlo. Agarré firmemente sus manos como si eso la retuviera aquí conmigo para siempre.
Di que esperarás por mí, Bella,” rogué, miré su sobresaltada cara cuidadosamente buscando una reacción. “Voy a renunciar a la escuela, conseguiré un trabajo –voy a establecerme de modo que pueda hacerme cargo de ti. Di que estarás ahí, Bella, por favor. Di que un día te casarás conmigo.”
Si la espera por la primera respuesta fue difícil, la espera por esta fue atroz.
Si. Si, un día me casaré contigo.”
Me quedé mirando, aturdido, el oscuro bosque, luchando por encajar el recuerdo en su lugar. Con el tiempo, mis emociones se establecieron en un inesperado sentimiento de gratitud. Bella estaba haciendo todo esto porque me amaba –entonces y ahora-. Yo sabía cuanto le había costado el casarse conmigo en nuestra época, el renunciar a todo lo que alguna vez había esperado tener. Ahora ella me estaba dando lo que yo siempre había querido, atrás en el tiempo cuando significaba más. Aunque aquello no podría durar –y ella debe saber eso- le estaba dando a mi pasado yo toda la alegría posible antes que mi vida cambiara para siempre hacia la oscuridad. Ella me estaba dando la vida humana que siempre había querido… y estaba agradecido.
Alice me convenció de tomarme un descanso de mi “acecho de los recuerdos”, como lo llamó, para cazar. No me había alimentado desde la mitad de la luna de miel cuando habíamos parado en Rumania… Bella pensó que sería divertido visitar la tierra de Drácula. Le sonreí al recuerdo de ella usando esos ridículos colmillos de plástico que les vendían a los turistas.
Si es así como te ves de vampiro, creo que necesito reconsiderar.”
Ella se movió para darme un puño en el hombro y luego se alejó, repensando. “Sabía que debería haberte dejado en el altar,” bromeó.
Tonta, no habría funcionado. Yo te hubiera alcanzado en segundos y te hubiera arrastrado de regreso.”
Suspiré, corriendo sin rumbo fijo y sin prestarle mucha atención a la caza. Cuando me dejé pensar libremente, se volvió demasiado aparente cuando extrañaba realmente a Bella. Aún no se había ido ni por 24 horas, pero se sentía como la eternidad con los nuevos recuerdos volando a través de mi cabeza. ¿Cuántas horas más hasta que estuviera conmigo de nuevo?
Empujé mi cuerpo tan rápido como podía, corriendo bien entrada la mañana. Cuando finalmente me detuve, estaba a horas de casa. Tomé la oportunidad para cazar, para apagar todo menos mis instintos. Fue un respiro bienvenido. Y cuando regresé a mis sentidos, traté de seguir ignorando los recuerdos mientras corría de regreso –pero estos revolotearon por mi mente como pequeños colibríes, siempre presentes en mi subconsciente. Estaba bien; el pasado estaba siendo bastante tranquilo.
Cuando llegué a casa, me di cuenta que el ejercicio había ayudado. Mi mente se sentía menos abarrotada; podría enfrentar el pasado de nuevo.
… “Necesitas un anillo,” dije, inspeccionando su limpia mano izquierda donde la sostenía en la mía. Sus dedos se doblaron alrededor de mi mano, apretándole levemente.
Bella sacudió su cabeza, sonriendo, pero era una sonrisa ausente, como si recordara algo que la divertía, algo a lo cual yo no estaba invitado. “Eso no es importante.”
Claro que lo es,” fruncí el ceño. “Quiero que el mundo entero sepa que eres mía.”
Se que soy tuya,” dijo Bella, besándome suavemente. “Eso es todo lo que importa.”…
… “dime de nuevo.”
Ella rió. “Te amo.”
Eso es todo lo que necesitaré.”…
… “Le has preguntado, ¿cierto?” Los ojos de mi madre me miraron astutamente.
Si. Por supuesto que lo he hecho. ¿Cómo podría arriesgarme a dejarla escabullírseme?”
A tu padre no le gustará. Sabes que tiene planes para ti.”
A mi Padre no le tiene que gustar. Él no es el que tiene que vivir sus planes. ¿Qué piensas sobre ello?”
Elizabeth Masen sonrió suvamente. “Creo que ella es exactamente lo que necesitas. Estoy feliz por ti, pero no envidio que tengas que darle las nuevas a tu padre.”…
… “Edward, ¿qué, en nombre de todos los santos, se ha metido en tu cabeza? ¿Renunciar a la escuela? ¿Qué sobre la universidad, la escuela de leyes? ¿Exactamente qué piensas que vas a hacer con tu vida sin alguna clase de educación? ¿Trabajar en una fábrica?”
Mi padre paseó furiosamente detrás de su escritorio mientras hablaba. Yo me senté en la silla al otro lado de este, esperando a que terminara.
Trabajaré donde tenga que trabajar,” respondí. “Padre… no se lo que quiero hacer exactamente. Pero estoy bastante seguro que no quiero convertirme en abogado. Y si de seguro no quiero esperar años para casarme con Bella.”
Mi padre finalmente se detuvo en seco, mirándome con incredulidad. “Tu… ¿tienes la intención de casarte con ella?”
Le he preguntado, y ha aceptado. No te opones, ¿cierto? Pensé que ella te gustaba”.
Frotó su frente cansinamente. “Si me gusta. Pero eso no cambia el hecho que no tiene familia, nada a su nombre...”
Eso es difícilmente su culpa,” dije bruscamente.
No, no, por supuesto que no, es sólo… eres tan joven, Edward. No tienes idea de la clase de retos que la vida puede traer. Deberías pensar cuidadosamente en cuan bien equipado estás para enfrentar esos retos, sobre la clase de mujer que quieres a tu lado.”
Pero lo he hecho,” discutí. “Nunca pensaba sobre esas cosas hasta que ella llegó y me hizo querer tomar mi vida seriamente en vez de simplemente proceder con el plan establecido.”
Mi padre se dejó caer en su silla, un signo seguro de concesión. “Puedes ser tan terco como tu madre cuando propones a ello, por lo que no voy a molestarme discutiendo contigo por más tiempo. ¿Pero te comprometerás al menos conmigo?”
Quizás,” dije con cautela, viendo a mi padre mover sus dedos sobre la oscura madera de su escritorio. Él sólo hacía eso cuando se estaba craneando algo.
No hagas ninguna decisión financiera ahora. Trata trabajando en una firma, mira si te gusta. Estoy seguro que uno de mis amigos estaría contento de emplearte como alguna clase de oficinista. Podría descubrir que te gusta. Y si lo haces, puedes regresar a la escuela.”
¿Y qué con Bella?” pregunté. Ella era mi principal prioridad; todo lo demás era secundario.
Bella puede quedarse aquí por el tiempo que quiera, por supuesto. No la sacaremos a las calles.”
Vale,” suspiré, aliviado. “Acepto tu compromiso.”
Me senté atónito en silencio. Siempre me había preguntado que estaba haciendo en Chicago en septiembre de 1918 cuando debería haber estado en la escuela. Nunca había podido encontrar una respuesta en mis recuerdos… y ahora sabía. Estaba ahí por Bella.
Al final, sólo pude reírme. Me pregunté si ella se dio cuenta que estaba haciendo nuestro destino con cada segundo que pasaba en el pasado.

2 comentarios:

  1. HOLAA!!MI NOMBRE ES MARINA, ME ENCANTA TU HISTORIAA, ME ALEGRÉ MUCHO CUANDO VI QUE HABIAS PUBLICADO DE NUEVO. ESPERO QUE PUBLIKES PRONTO. SI KIERES PUEDES PASARTE POR MI BLOG http://confesionesdeunahumana.blogspot.com

    BUENO LO DICHO ESPERO VER NUEVOS CAPITULOS PRONTO. UN BESOOO

    MANDY

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