sábado, 12 de septiembre de 2009

Solo Humano 4

Sta historia la a traducido tatarata y creada x Amethist Jackson

Capítulo 4

Las luces se apagaron, y de repente Bella ya no estaba en su silla.

El pánico vino al instante. No había forma en la que yo simplemente no la viera –la oscuridad no era obstáculo para mis ojos-. Sólo el fantasma de su esencia permanecía en el aire, y el silencio hacía una presión abrupta sin sus latidos.

“¿Qué pasó?” dije con voz ronca, mirando alrededor a las caras de mi desconcertada familia. “¿Dónde está?”

Alice sacudió su cabeza. “No puedo verla.”

Mis ojos revolotearon alrededor del cuarto como si la fuera a encontrar en una esquina. “¿Bella?” grité, como si eso la hiciera regresar. “¡Bella!”

“¿Cómo pudo pasar esto?” preguntó Alice suavemente, girándose hacia Carlisle. “Nadie pudo habérsela llevado –los hubiésemos olido. Y obviamente Bella no podría escabullirse…”

Miré mudo a Carlisle también, rezando por respuestas. ¿Cómo pudo mi esposa sólo… desaparecer?

“No lo se,” dijo sin poder ayudar. “Los Volturi, quizás… tal vez tienen un poder del que no sabemos…”

Me quedé con la boca abierta. “¿El poder de hacer desaparecer a alguien en el aire? No, no pueden ser los Volturi…”

“¿Entonces quién más?” dijo Rosalie, pero yo sacudí mi cabeza, aferrándome a la negación. Si los Volturi la tenían…

“Haré algunas llamadas,” dijo Carlisle, dirigiéndose a su estudio. “No entren en pánico.”

“No entren en pánico, dice él,” mascullé para mí. “¿Mi esposa desapareció en el aire y se supone que no entre en pánico?”

Jasper puso una mano sobre mi hombro, agarrando con suficiente fuerza para que yo no pudiera quitármela, y envió una ola de calma a través de mí. “No la tendrás de regreso en ese estado. Tienes que tener la mente clara,” discutió mientras yo lo miraba que me lo comía.

Me giré para preguntarle a Alice si ella aún no podía ver nada, pero me detuve de manera abrupta mientras una visión pasaba frente a mis ojos…

Era imposible no verla. Su blusa brillante y pantalones extraños resaltaban entre los grises y monótonos vestidos de las otras mujeres en la calle. Lo que atrapó mi atención, sin embargo, fue la mirada en su cara. Nunca había visto a alguien verse tan perdido o tan vivo. La contradicción picó mi curiosidad. Quería conocerla.

Discúlpeme, señorita” me encontré a mi mismo diciendo, acercándome. Ella levantó la mirada, llena de sorpresa. Congelada por la sorpresa, de hecho. Parecía como si hubiera visto un fantasma.

¿Señorita? ¿Está usted bien?”

Ella parpadeó como si estuviera saliendo de su aturdimiento. “De hecho, estoy un poco perdida.”

“¿Edward? ¿Edward, qué ocurre?” preguntó Alice, moviendo su mano frente a mi cara para llamar mi atención. Yo parpadeé.

“Creo que acabo de tener una visión,” dije, preguntándome por qué demonios vería eso en mi mente.

“¿Del futuro?” preguntó Alice, llena de escepticismo.

“No,” sacudí mi cabeza. “Del pasado. Vi… fue como una memoria. Conociendo a Bella... en 1918. Pero ella estaba usando la misma ropa que llevaba esta noche...”

“Bueno, quizás es allí donde está,” Alice se encogió de hombros, de pronto calmada.

“No,” dije de inmediato, tratando acostumbrarme a la idea. “Ella no puede estar en 1918. ¿Cómo pudo haber llegado allí?”

Alice se encogió de hombros de nuevo. “Supérame. Pero eso explicaría porqué no puedo verla. Todo su futuro está ahora en el pasado.”

No puede ser,” dije otra vez, con menos fuerza. “Ella no puede estar en el pasado.”

“Entonces, ¿Dónde más podría estar ella? Dadas las circunstancias, creo que esa es la única respuesta lógica. Incluso si desafía las leyes de la física.”

Vale. Podía lidiar con esto. Tal vez no estaba ni remotamente dentro del reino de la realidad, pero debería estar acostumbrado a desafiar las leyes de la naturaleza. Lo hacía cada día. Pero desde que Bella había llegado a mi vida, me sentía más y más humano, y ahora… ahora no estaba equipado para lidiar con algo como esto. Por mucho que intentara recobrar la compostura, el pánico seguía arrastrándose de regreso.

“Está bien. Entonces ella está en el pasado. ¿Cómo la recupero?” pregunté, rayando en la desesperación, más el resto de la familia me miró con lástima, sin ofrecer respuestas. El pánico retomó fuerzas

Me dirigí a la puerta. “Necesito un poco de aire,” mascullé antes de salir. Realmente no teníamos un patio, los árboles ocupaban casi todo el camino a la casa, y anduve entre ellos sin pensar, esperando que cuando los dejara de nuevo, encontrara que todo había sido una ilusión.

¿Por qué? ¿Por qué estaba pasando esto? ¿Qué fuerza pudo haber enviado a Bella de regreso en el tiempo, y con qué propósito, y principalmente, por qué ahora? No tenía sentido, y no había respuestas para dar.

Mi sensación de impotencia se convirtió en frustración, y estrellé mi puño dentro el árbol más cercano. Ello hizo un nítido hoyo a través del centro, pero soltar mi rabia sólo me hizo sentir vacío. Caí de espalda contra el tronco que acababa de destrozar, cerrando mis ojos.

¿Por qué la invitaste a quedarse con nosotros?” Le pregunté a mi madre. No estaba enojado; estaba contento, y sabía que mi madre podía ver eso aunque traté de esconderlo. Pero no entendía. “Es una completa extraña.”

Ella es perfectamente confiable. De hecho creo que puede cuidarse sola, pero había algo sobre ella. Algo que la hace única, aunque no puedo poner mi dedo en ello. Y vi la forma en que la miraste,” agregó creída. “Nunca le has prestado tanta atención a ninguna joven dama como lo hiciste hoy.”

Eso es ridículo,” dije, aunque mi cara estaba que ardía. “parece un gran acto de fe el alojar a una extraña porque crees que tu hijo se ha encaprichado con ella.”

Tal vez,” dijo con una enigmática sonrisa, “pero mis instintos nunca están mal.”

Nunca digas nunca,” mascullé, aunque no podía discutir. Sus instintos eran más precisos que cualquier instrumento científico, y al parecer me tenían guardado algo.

Abrí mis ojos, desorientado. Ese fue el recuerdo más claro que jamás había tenido de mi madre, pero de alguna forma, se sintió como si siempre lo hubiese tenido… aunque yo sabía que era nuevo para mí.

La voz mental de Carlisle me llamó desde la casa, haciéndome regresar al presente.

Edward, no se ve como si los Volturi tuvieran algo que ver con esto. Lo siento, no tengo ninguna respuesta para ti. Nunca antes he escuchado de algo como esto pasando.”

“Sigo… viendo cosas, Carlisle,” respondí, sólo lo suficiente fuerte para que él me escuchara en la casa. “Como recuerdos, excepto que son recuerdos que nunca antes he tenido. Son de mi vida humana, y Bella está en ellos. Alice piensa… ella piensa que Bella ha ido de regreso en el tiempo de alguna manera.”

La mente de Carlisle estuvo completamente silenciosa por un largo momento.

Tiene tanto sentido como todo lo demás,” respondió. “No se lo que podemos hacer, pero seguiré contactando viejo amigos. Tal vez alguien sepa más.”

“¿Y si nunca la recupero?” pregunté, ahogándome en mi miedo. “¿Y si -?”

Pensamientos como ese no ayudarán. Ten fe, Edward. Y sigue concentrado en tus recuerdos. Si ella realmente está en el pasado, podrás seguirle el rastro.”

Él estaba en lo correcto, yo lo sabía. Sólo podía esperar a que ella regresara, si es que podía regresar, y verla. Así que la vería atentamente hasta que regresara a mí… porque regresaría. Tenía que. Habíamos atravesado demasiadas pruebas para ser separados ahora.

Me senté a la base del árbol en el que me había estado recostando y cerré mis ojos de nuevo, rastreando entre los recuerdos. Conociendo a Bella, llevándola a casa, hablándole a mi madre… y luego había nuevos recuerdos. La llevé al mercado, y se veía feliz… pero se detuvo frente a los anillos y una mirada de agonía cruzó su cara…

Tu… dejaste a alguien atrás, ¿verdad? ¿En Washington?”

Su garganta se flexionó mientras pasaba. Quise estirarme y tocas su pálido cuello, pero forcé mi mano a permanecer quieta. “M-mas o menos. Estuvo fuera de mi control. No hubo nada que pudiera hacer…”

¿Estabas enamorada?” le pregunté, conociendo la respuesta antes que hablara; estaba escrito por toda su cara. Una extraña sensación de desespero me recorrió. Si su corazón estaba tomado…

Si,” suspiró, mirándome con ojos tristes. Deseé que pudiera confortarla…

Pensé en la mirada en su cara, saber que ella había estado hablando de mí como al que había dejado atrás… vi todo su miedo y tristeza. Y sentí dos juegos de emociones – el recuerdo de mi yo pasado añorando confortarla y mi yo presente deseando que pudiera alcanzarla…

Y entonces estaba la ansiedad que no podía aclarar. Mi yo humano ya estaba enamorado de ella, yo sabía eso –yo la amaría en cualquier época y bajo cualquier circunstancia- y mi yo humano añoraba ser amado de regreso. Y aún así, sentí un extraño terror porque exactamente eso podría ocurrir… tal vez ella no querría regresar a mí. Tal vez después de estar conmigo como humano, ella no querría más lo que yo tenía para ofrecerle…

No, me dije a mi mismo. Bella se siente de la misma forma. A ella no le importará lo que yo sea. Pero no podía borrar la duda.

Sentí una mano sobre mi hombro y abrí mis ojos. Vi a Alice y le di una optimista e inquisitiva mirada.

Ella sacudió su cabeza. “No, aún no he visto nada. Pero tengo una teoría.”

“Estoy escuchando,” dije, tratando de esconder mi decepción.

Bella desapareció en el momento en que sopló sus velas de cumpleaños.”

“Si, yo se, estuve ahí,” dije, confundido.

Si, pero seguí preguntándome por qué sería ese momento, Y entonces se me ocurrió que yo le dije que pidiera un deseo justo antes.”

“¿Un deseo?” dije con escepticismo. “¿Crees que ella deseó su ida a 1918?”

Alice me rodó sus ojos. “Dudo que fuera eso específicamente, pero hay una razón por la que se supone que debes tener cuidado con lo que deseas. Lo que sea que ella deseó debió haberla llevado allí. Es la única respuesta en la que puedo pensar.”

“Es demente,” dije. “Pero también lo es todo lo demás que ha pasado hoy. Incluso estos nuevos recuerdos… están viniendo más rápido de lo que posiblemente podrían estar pasando.”

Alice se encogió de hombros. “Nada más sobre esto tiene sentido, Edward. ¿Por qué eso debería ser diferente?”

Asentí, pero suspiré, y Alice se sentó a mi lado, tal vez siendo mi humor.

“Estoy asustado, Alice,” admití. “Esto tiene el potencial de terminar en desastre de tantas formas, y yo no puedo hacer ni lo más mínimo.”

Alice puso su brazo alrededor de mí en un medio abrazo. “Sólo tendrás que confiar en que tu yo del pasado cuidará bien de ti.”

“Lo hago,” dije con una corta risa. “Eso es lo que más me asusta.”

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